miércoles, 20 de noviembre de 2013

Martha Graham


Martha Graham: la gran madre
Marta Graham nace en los alrededores de Pittsburg (Pennsylvania), en 1894, hija de un médico especialista en enfermedades mentales (George Greenfield Graham).
Martha, a la edad de catorce años en 1908 se traslada con su familia a Santa Bárbara, sobre la costa sur de California. En un clima subtropical como el de  Santa Bárbara, punto de encuentro de diversos grupos étnicos (españoles, chinos) y de varias influencias culturales, la joven Graham, formada en una educación de sello marcadamente puritano, comienza a sensibilizarse con las nuevas influencias, en el contacto con una fascinante atmosfera de mezcla étnico-cultural.
En 1911, su padre la lleva a Los Ángeles para asistir a una representación de Ruth Saint Denis, Martha queda seducida y a partir de ese momento a la edad de diecisiete años decide dedicarse a la danza y ahí fue el inicio de una exitosa carrera.
Martha Graham, en la danza, ha marcado profundamente nuestra época.
A Graham se le reconoce ante todo el mérito de la adquisición de una nueva teatralidad respecto a los esquemas del ballet clásico-romántico. Todos sus dramas coreográficos se apoyan en una estructura sólidamente teatral que tiende a la compenetración totalizadora de la coreografía con la música, la escenografía y el vestuario.
Despojada de todo adorno, libre del todo de excesivas complicaciones de carácter anniómico, las danzas de Graham son puramente expresivas, en el sentido de pura visualización emotiva. Gradualmente día tras día, Martha Graham ha construido una nueva técnica necesaria para dotar al cuerpo de esa total expresividad que exigía la interpretación de los grandes dramas por ella representados
El punto de referencia fundamental de su técnica es el acto de la respiración, la primera función orgánica del ser humano.
El acto humano de respirar, flujo y reflujo, contracción y relajación, imprime esta dinámica universal que vive de la propia continuidad. En base a tal adquisición Martha Graham considera la respiración como el momento máximo de concentración de energía vital.
Otras de las consecuencias, por así decir, “feministas” de la técnica Graham consiste en el hecho de que la conexión observada entre el acto de la respiración y la contracción-release parece concebida desde una perspectiva fisiológica más femenina que masculina. Es de destacar que la mujer tiene una tendencia natural a la respiración de diafragma, característica que le falta al hombre.
Otra característica fundamental de la técnica Graham, elemento común a toda la danza moderna, es una constante relación con el piso, los pies naturalmente están descalzos, expresión de un lazo simbólico con el humus terreno. La constante relación con el suelo, el golpe del pie sobre el piso definen simbólicamente un retorno al contacto con las fuerzas naturales y concretas, en oposición con el liberarse etéreo del ballet clásico.

Bibliografía: Benliboglio, Leonela. La Danza Contemporánea, I Manual Longanesi & C. Iviilano. 1982